La sana doctrina es el conjunto de enseñanzas fieles a la Revelación divina contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, tal como han sido transmitidas y preservadas por el Magisterio a lo largo de los siglos. Se llama «sana» porque es verdadera, inmutable y conduce a la salvación de las almas, en contraste con doctrinas falsas o erróneas que desvían del camino de Dios.
¿En qué consiste la sana doctrina?
- Fundamento en la Palabra de Dios
- Se basa en la Biblia, interpretada a la luz de la Tradición y el Magisterio. San Pablo advierte:
“Si alguno os predica un evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1,9).
- Se basa en la Biblia, interpretada a la luz de la Tradición y el Magisterio. San Pablo advierte:
- Fidelidad a la Tradición Apostólica
- No es una invención humana ni está sujeta a cambios según las modas del tiempo. Como dice San Pablo:
“Manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido” (2 Tesalonicenses 2,15).
- No es una invención humana ni está sujeta a cambios según las modas del tiempo. Como dice San Pablo:
- Enseñanza de la Iglesia a lo largo de los siglos
- Custodiada y explicada por los Padres de la Iglesia, los concilios ecuménicos y los papas, desde San Pedro hasta nuestros días. Ejemplo de esto es el Catecismo de la Iglesia Católica, que sintetiza la fe cristiana.
- Los dogmas de la fe
- Son verdades definitivas que los católicos deben creer, como la Santísima Trinidad, la divinidad de Cristo, la Presencia Real en la Eucaristía, la Inmaculada Concepción de María, entre otros.
- Los valores morales inmutables
- La sana doctrina incluye principios éticos claros sobre la vida, el matrimonio, la familia, la dignidad humana, y el orden natural establecido por Dios.
- Ejemplo: La Iglesia siempre ha defendido el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer y el derecho a la vida desde la concepción.
- Defensa contra el error y la herejía
- A lo largo de la historia, la Iglesia ha combatido desviaciones doctrinales (gnosticismo, arrianismo, modernismo, etc.), reafirmando la verdad de la fe.
¿Por qué es importante seguir la sana doctrina?
- Nos conduce a la salvación: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8,32).
- Nos protege del error: Nos preserva de falsas enseñanzas que alejan de Dios.
- Nos une a Cristo y a la Iglesia: La fe verdadera nos mantiene en comunión con el Cuerpo de Cristo.
- Nos ayuda a vivir en santidad: Siguiendo la doctrina de Cristo, nos acercamos a la vida eterna.










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