El Papa León XIV, en un encuentro con cargos electos y personalidades civiles del departamento francés de Val-de-Marne, ha subrayado de nuevo que la doctrina social de la Iglesia no es un mero complemento opcional, sino un eje central del compromiso político de todo católico.
En un discurso que puede marcar un hito en su pontificado, el Santo Padre delineó doce principios claros para los políticos que desean vivir su fe de manera coherente en el ejercicio de sus responsabilidades públicas.
1. Objetivos sociales cristocéntricos
Un mundo verdaderamente justo y fraterno solo es posible si está impregnado del Evangelio y tiene a Cristo como centro.
2. Cristo, ayuda del político
Los políticos católicos deben apoyarse en la oración y la gracia de Cristo para resistir desviaciones y tentaciones propias del poder.
3. Laicidad no significa exclusión de la fe
El Papa denunció una visión distorsionada de la laicidad que pretende silenciar la fe en la esfera pública. La fe puede y debe guiar la toma de decisiones políticas.
4. La redención abarca todas las dimensiones humanas
La salvación de Cristo ilumina todos los campos: cultura, economía, política, familia, educación, salud, comunicación. Nada queda al margen.
5. La fe no puede confinarse en lo privado
El cristianismo es una forma de vida comunitaria y pública, no una devoción oculta o reducida a la sacristía.
6. La caridad cristiana como fuerza transformadora
Frente a la violencia, la pobreza, el desempleo o la inseguridad, el político cristiano debe apoyarse en la virtud de la caridad, recibida en el bautismo.
7. Testimonio de vida como eficacia política
La coherencia personal, el testimonio vivo de la fe, es lo que otorga verdadera autoridad moral y eficacia al compromiso político.
8. Los valores sin Cristo son insuficientes
Los valores desligados de su fuente —Cristo— pierden fuerza y se convierten en eslóganes vacíos, incapaces de transformar la sociedad.
9. Unidad de vida del político cristiano
No existen dos vidas separadas: la privada y la pública. El cristiano debe vivir su vocación unificada bajo la mirada de Dios, también en su servicio político.
10. La doctrina social no es optativa
Los católicos en política deben conocer, profundizar y aplicar la doctrina social de la Iglesia al redactar leyes y ejercer sus responsabilidades.
11. Fundamento en la ley natural
La doctrina social se apoya en la ley natural, accesible a toda persona, incluso a quienes no comparten la fe cristiana.
12. Coraje frente a las ideologías
El Papa animó a resistir las presiones de partidos e ideologías contrarias a la fe, incluso si eso exige decir “no puedo” por fidelidad a la verdad y a Cristo crucificado.
Una llamada a la coherencia y al coraje
Este discurso de León XIV supone una interpelación directa a los políticos católicos de Occidente, donde la fe suele relegarse al ámbito privado. El Papa recuerda que la misión de un católico en política es dar testimonio público de Cristo, resistiendo presiones ideológicas y ofreciendo un servicio enraizado en la caridad y la verdad.
En un contexto marcado por crisis sociales, polarización política y la imposición de nuevas ideologías, las palabras del Pontífice iluminan una ruta clara: unidad de vida, firmeza en la fe y valentía para legislar en coherencia con la doctrina social de la Iglesia.











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