El rey Salomón, hijo de David, escribió los proverbios más sabios de la Biblia, con ello influyó en su pueblo y en las edades siguientes. La sabiduría de la vida ayuda a tomar decisiones cuando la razón nos atora. No demos la espalda a esta sabiduría de gente anciana que ha vivido mucho y sabe de lo que habla. Busquemos la sabiduría, don de Dios, para guiar nuestra vida y ayudar a los demás a guiar la suya.
La sabiduría son conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia. El sabio actúa con sensatez, prudencia o acierto. Lo contrario es la necedad. Quien lleva un equipo con necedad lo condena a la miseria, quien lo lleva con sabiduría alcanzará grandes resultados según Dios.
DEL LIBRO DE LOS PROVERBIOS:
Como vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quienes lo emplean.
El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores.
El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio.
El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre.
El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece.
El hijo prevenido se abastece en el verano, pero el sinvergüenza duerme en tiempo de cosecha.
El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia.
El necio se divierte con su mala conducta, pero el sabio se recrea con la sabiduría.
El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas.
El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.
El que es sabio atesora el conocimiento, pero la boca del necio es un peligro inminente.
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.
El salario del justo es la vida; la ganancia del malvado es el pecado.
El Señor no deja sin comer al justo, pero frustra la avidez de los malvados.
El temor del Señor prolonga la vida, pero los años del malvado se acortan.
En los labios del prudente hay sabiduría; en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos.
Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia.
La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse.
La boca del justo profiere sabiduría, pero la lengua perversa será cercenada.
La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos.
La riqueza del rico es su baluarte; la pobreza del pobre es su ruina.
Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas.
Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte.
Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe.
Los justos no tropezarán jamás; los malvados no habitarán la tierra.
Los labios del justo destilan[a] bondad; de la boca del malvado brota perversidad.
Los labios del justo orientan a muchos; los necios mueren por falta de juicio.
Pasa la tormenta y desaparece el malvado, pero el justo permanece firme para siempre.
Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada.
Quien guiña el ojo con malicia provoca pesar; el necio y rezongón va camino al desastre.
Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto.
Así que he visto que no hay cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque esta es su parte: porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
Aun en la risa, el corazón puede tener dolor, Y el final de la alegría puede ser tristeza.
Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos.
Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de la razón.
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes es la sabiduría.
De nada sirven las riquezas el día de la ira, Pero la justicia libra de la muerte
El avisado ve el mal, y se esconde; mas los simples pasan, y reciben el daño.
El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre.
El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no abre los labios.
El odio produce más odio; el amor todo lo perdona.
El que cava un hoyo caerá en él, y el que hace rodar una piedra, sobre él volverá.
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de las angustias.
La mujer sabia construye su casa; la necia, con sus propias manos la destruye.
Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos engañadores de quien te odia.
Mejor es el lento para la ira que el poderoso y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.
Mejor es no prometer que prometer y no cumplir.
Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante. También, si dos duermen juntos se calientan mutuamente, pero ¿cómo se calentará uno solo?
Nadie tiene tanto poder como para evitar la muerte y vivir para siempre. De la batalla entre la vida y la muerte nadie se libra, ni siquiera los malvados.
Sabiduría, ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro.
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