Continuando la colección:
Es evidente que Raras veces hay seso en la prosperidad y que Ninguna cosa hay tan dura que el tiempo no la madura. Así mismo El peligro que no se teme, más presto viene. Recordando que Más discurre un hambriento que 100 letrados y que A perro flaco todo se le vuelven pulgas; El que tropieza y no cae adelanta terreno; otra vez es un síntoma claro de inmadurez que: Más se queja el que se caga en la manta que el que la lava.
Las oportunidades no son evidentes: Siempre más puede preguntar un necio que responder un cuerdo y también Al ratón que no sabe más que un agujero, el gato le coge presto; A quien le dan en qué escoger, le dan en qué entender, y para tomar decisiones críticas saber que A grandes males, grandes remedios.
Continuará…
El Don Espiritual del Liderazgo Católico 
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