Reflexión inicial que organiza la serie de vídeos (blog amigo del Santo Nombre; elsantonombre.org)
Toda acción, sentimiento, pensamiento y en general toda percepción se me presentan como reacción condicionada.
Al observar con honestidad y paciencia estos mecanismos involuntarios comprendo que no conozco la libertad y que su posibilidad comienza cuando permanezco ajeno a los automatismos que aparecen de continuo.
Veo que la reactividad disminuye o desaparece cuando comprendo cabalmente el circuito mediante el cual surgen, se desarrollan y afianzan las reacciones no volitivas.
Intentar modificar las conductas sin la comprensión profunda de aquello que las origina es un esfuerzo destinado al fracaso. Cuando veo lo real lo ilusorio cae por si solo.
Es a la luz de estas comprensiones cuando intuyo la posibilidad de la libertad y el libre albedrío parece revelar su verdadero significado. Así, pecado y santidad, miseria y virtud, condena y redención se muestran de un modo nuevo evidenciando la obra de la gracia.
Al descubrir la acción impersonal aparece un campo de certeza en el cual se nos muestra con claridad lo que se acerca o aleja de la voluntad divina.
La entrega progresiva y luego radical a este designio se descubre como el verdadero sentido de la vida humana y la comunión constante con la sagrada presencia se manifiesta como posible e inevitable al irse desmembrando el espejismo de la persona.
Paulatinos entendimientos se suceden y se descubre en el corazón al Cristo resucitado siempre presente y que habíamos olvidado.
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El Don Espiritual del Liderazgo Católico 
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